La intervención tiene un carácter global y psicoeducativo, por lo que los objetivos se elaboran desde una perspectiva evolutiva. Es decir, teniendo en cuenta cómo se adquieren los hitos del desarrollo.
Está basado en los intereses y motivaciones de los niños, con el fin de procurar la máxima implicación y generalización de los aprendizajes.
Por ello, cada intervención es individualizada y está basada en los puntos fuertes, de manera que se puedan compensar los débiles.
Nuestro programa de intervención tiene un eje básico: desarrollar habilidades socio comunicativas y sociales que permitan adquirir aprendizajes significativos y funcionales para poder desenvolverse en la vida cotidiana.
Nuestra metodología está basada en la familia como principal apoyo y está destinada a mejorar la calidad de vida tanto del niño como de la familia y su entorno más próximo.
Trabajamos los objetivos psicoeducativos en el entorno del niño, ya sea en su casa, en su colegio, en el parque… Esta intervención favorece la generalización de los aprendizajes a otros contextos y a otras personas, así como la flexibilidad cognitiva. La familia es el principal apoyo para la consecución de los objetivos propuestos.
Trabajamos los objetivos psicoeducativos en contexto de despacho. Dentro de estas intervenciones, hay individual y en grupo. En las sesiones individuales se trabajan los objetivos del programa de desarrollo del niño/a, consensuados con la familia y los agentes activos de su educación.
Con las mismas garantías que la terapia presencial. Aseguramos un programa de intervención individualizada con las ventajas que supone poder hacerlo desde cualquier parte.
Este texto es simulado.
Grupos de chicos y chicas de edades y perfiles similares que hacen una actividad un sábado al mes con sus terapeutas. En las sesiones grupales se trabajan habilidades sociales, objetivo fundamental para la inclusión de los/as chicos/as en los entornos donde participan de forma activa, aumentando su autoestima y mejorando su calidad de vida.